Luego de esta pausa recreativa, paso a contarles. Era el cumple de mi tío Fede. Estaba yo jugando entre el pasto y la gente con mi pelota, cuando de pronto veo que papá y Ariel jugaban al Ping Pong, epa! yo no sé mucho de eso, pero papá menos. Perdió todo lo que jugó!! Asi no se puede. Entonces fui a darle una mano.
Antes, claro, la foto de protocolo.
Luego estudiamos el juego del rival seriamente los dos
...y yo le dije: Papi, esto es fácil, dejamelo a mi...
... pero el gil no me hizo caso, intentó ganar a su manera, y bueno, así le fue. La próxima vez, juego yo y seguro que pierdo por menos.
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